martes, 3 de febrero de 2009

SUSTANTIVOS DE GÉNERO INHERENTE

Sustantivos de género inherente son aquellos que tienen como rasgo propio o inherente un género (masculino o femenino) y no pueden cambiarlo.

Estos sustantivos pueden referirse a seres de cualquier sexo (por ejemplo, persona es siempre femenino aunque designe a hombres). En cambio, otros pueden referirse a seres de un único sexo, en este caso se recurre a palabras diferentes para establecer el contraste de sexo: hombre/mujer; caballo/yegua, etcétera.

Los sustantivos de género inherente con frecuencia designan realidades asexuadas, como por ejemplo, la mesa, el libro, la patata, el tomate, etc. Pero también pueden referirse a seres vivos con sexo. En ese caso, nos encontramos ante los denominados sustantivos epicenos, es decir, nombres con un solo género que pueden referirse a individuos de uno y otro sexo, por ejemplo, la serpiente, la perdiz, el ornitorrinco, el gorrión, etc. En este caso la distinción de sexo se lleva a cabo añadiendo ‘macho’ o ‘hembra”, por ejemplo: la araña macho y la araña hembra; el abrótano macho y el abrótano hembra.

Ejemplos de sustantivos de género inherente:
Persona, víctima, dentista, etc.: son siempre femenino aunque designe a hombres.
Mesa, pañuelo, libro, cojín, maleta, árbol, lenteja, pijama, cartel, etc.: designan a una realidad asexuada, en estos casos poseen un género (masculino o femenino) que no pueden cambiar.

1 comentario:

  1. Jenial el post!!. Me sirvió de mucho.... Pero los inherentes sólo se refieren a seres inanimados? Gracias jajaja

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