martes, 10 de febrero de 2009

Nombres Epicenos


Los nombres epicenos se refieren a seres vivos sexuados. Aunque la realidad a la que designan tiene sexo, tienen una forma única, es decir, los nombres epicenos presentan un único género gramatical, ya sea masculino (personaje, vástago, tiburón, lince) o femenino (persona, víctima, hormiga, perdiz), lo que significa que no pueden cambiar de género para indicar una diferencia de sexo en los seres a los que se refieren. El género gramatical es independiente del sexo del referente.

La mayoría de los nombres epicenos son nombres de animales:

La gacela, el águila, la serpiente, el hámster, el avestruz, etc.

Un sustantivo como serpiente es femenino y no puede tener otro género. No se puede formar un masculino cambiando la terminación o sustituyendo el artículo femenino por el masculino, así que, al no disponer de medios morfológicos para especificar el sexo del referente, hay que recurrir a medio léxicos, como por ejemplo añadir determinadas palabras que aclaren la diferencia de sexo: la serpiente macho, la serpiente hembra.

En el caso de que el nombre epiceno no se refiera a un animal, la concordancia debe establecerse siempre en función del género gramatical del sustantivo epiceno, y no en función del sexo del referente: debe decirse La víctima, un hombre joven, fue trasladada al hospital más cercano, y no La víctima, un hombre joven, fue trasladado al hospital más cercano.

Estos nombres no deben confundirse con los nombres ambiguos y los comunes en cuanto al género.

No hay comentarios:

Publicar un comentario