El laísmo es un fenómeno gramatical que consiste en la utilización de de los pronombres átonos la y las en lugar de le y les como complemento indirecto. Esta incorrección se produce porque el hablante se siente, de alguna manera, en la obligación de marcar el género del referente de la oración. Parece tener una incidencia mayor en el singular que el plural y sobre todo en la mención de personas. El laísmo está menos extendido que otros fenómenos paralelos como el loísmo y el leísmo.
Algunos ejemplos:
- A Marta la escribí una carta.
- La dijo que fuera a visitarla.
- Las entregué un regalo a mis primas.
- A su amiga la vi caminando.
- Dila a tu madre que iré luego.
El laísmo, al igual que el leísmo y el loísmo, comienza a fraguarse en la Castilla primitiva durante la Edad Media. El área propiamente laísta se circunscribe básicamente a la zona central y noroccidental de Castilla. Aun así, por influencia de la norma culta estándar, es patente la voluntad de los hablantes cultos de esas zonas y, sobre todo, de los escritores, de ajustarse al uso etimológico.
En ocasiones estas incorrecciones no se deben a una tendencia dialectal, sino a la duda del hablante sobre el tipo de complemento —directo o indirecto— que rigen algunos verbos.
BIBLIOGRAFÍA:
- LEÍSMO, LAÍSMO Y LOÍSMO: ESTADO DE LA CUESTIÓN, Inés Fernández-Ordóñez. Universidad Autónoma de Madrid
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