- Neología de sentido: son palabras nuevas a partir de vocablos ya existentes en la propia lengua que sufren cambios semánticos o de significado: por ejemplo tío (un pariente que resulta ser el hermano de alguno de los propios padres) se transforma en cualquier expresión para llamar la atención de la otra persona, como chico u hombre; camello que es un animal, también puede ser un traficante de drogas.
lunes, 16 de febrero de 2009
LOS NEOLOGISMOS
- Neología de sentido: son palabras nuevas a partir de vocablos ya existentes en la propia lengua que sufren cambios semánticos o de significado: por ejemplo tío (un pariente que resulta ser el hermano de alguno de los propios padres) se transforma en cualquier expresión para llamar la atención de la otra persona, como chico u hombre; camello que es un animal, también puede ser un traficante de drogas.
martes, 10 de febrero de 2009
Nombres Epicenos
Los nombres epicenos se refieren a seres vivos sexuados. Aunque la realidad a la que designan tiene sexo, tienen una forma única, es decir, los nombres epicenos presentan un único género gramatical, ya sea masculino (personaje, vástago, tiburón, lince) o femenino (persona, víctima, hormiga, perdiz), lo que significa que no pueden cambiar de género para indicar una diferencia de sexo en los seres a los que se refieren. El género gramatical es independiente del sexo del referente.
La mayoría de los nombres epicenos son nombres de animales:
La gacela, el águila, la serpiente, el hámster, el avestruz, etc.
Un sustantivo como serpiente es femenino y no puede tener otro género. No se puede formar un masculino cambiando la terminación o sustituyendo el artículo femenino por el masculino, así que, al no disponer de medios morfológicos para especificar el sexo del referente, hay que recurrir a medio léxicos, como por ejemplo añadir determinadas palabras que aclaren la diferencia de sexo: la serpiente macho, la serpiente hembra.
En el caso de que el nombre epiceno no se refiera a un animal, la concordancia debe establecerse siempre en función del género gramatical del sustantivo epiceno, y no en función del sexo del referente: debe decirse La víctima, un hombre joven, fue trasladada al hospital más cercano, y no La víctima, un hombre joven, fue trasladado al hospital más cercano.
Estos nombres no deben confundirse con los nombres ambiguos y los comunes en cuanto al género.
martes, 3 de febrero de 2009
SUSTANTIVOS DE GÉNERO INHERENTE
Estos sustantivos pueden referirse a seres de cualquier sexo (por ejemplo, persona es siempre femenino aunque designe a hombres). En cambio, otros pueden referirse a seres de un único sexo, en este caso se recurre a palabras diferentes para establecer el contraste de sexo: hombre/mujer; caballo/yegua, etcétera.
Los sustantivos de género inherente con frecuencia designan realidades asexuadas, como por ejemplo, la mesa, el libro, la patata, el tomate, etc. Pero también pueden referirse a seres vivos con sexo. En ese caso, nos encontramos ante los denominados sustantivos epicenos, es decir, nombres con un solo género que pueden referirse a individuos de uno y otro sexo, por ejemplo, la serpiente, la perdiz, el ornitorrinco, el gorrión, etc. En este caso la distinción de sexo se lleva a cabo añadiendo ‘macho’ o ‘hembra”, por ejemplo: la araña macho y la araña hembra; el abrótano macho y el abrótano hembra.
Ejemplos de sustantivos de género inherente:
Persona, víctima, dentista, etc.: son siempre femenino aunque designe a hombres.
Mesa, pañuelo, libro, cojín, maleta, árbol, lenteja, pijama, cartel, etc.: designan a una realidad asexuada, en estos casos poseen un género (masculino o femenino) que no pueden cambiar.